Las Preguntas











Está claro que una vez que elegimos el cambio como camino hacía la plenitud, la siguiente pregunta que surge es ¿y ahora qué?

Al principio puede que se haga un poco costoso porque nos sentimos algo perdidos y no sabemos por dónde tirar. Poco a poco, nos vamos dando cuenta que la clave está en seguir la línea que ha hecho mover nuestra inquietud y seguir así buscando preguntas más que respuestas. Para mí es más difícil encontrar una pregunta que dar una respuesta. Las preguntas hacen que dudemos de nuestra realidad (que a veces tanto nos limita), nos ayudan a despertar y nos lleva hacia lo desconocido.

Busca preguntas, pero ¿Cómo? vive tus emociones y analízalas, piensa tanto en las cosas que haces día a día como en aquellas que siempre has querido hacer pero nunca te has puesto a ello y pregúntate por qué, qué te lo impide, qué necesitas para cumplirlo, analiza esas condiciones y valora cuanto tiene de excusa, entrena tus emociones y encuentra tu mismo las respuestas.