Dicen que la felicidad, entre otras muchas cosas, es la consecución de logro de objetivos es decir, cada vez que conseguimos aquello que nos ronda la cabeza hace que nuestro sentimiento de felicidad aumente.
Deberíamos preguntarnos a menudo si somos felices. En caso afirmativo significará que estamos haciendo las cosas bien y en caso negativo significará que tenemos que cambiar aspectos de nuestra vida.
A menudo me encuentro con gente derrotista que piensa que no puede hacer nada para cambiar, que las cosas son como son y no podemos cambiarlas, etc. Me sorprende la coincidencia que existe entre la actitud derrotista y la edad de las personas. Parece ser que la experiencia que nos da la vida, en muchas ocasiones en vez de ponerse del lado de la acción, de la innovación, del progresismo, del cambio, etc, se pone más bien del lado del clasicismo, del inmovilismo y del conservadurismo con la excusa de que están definiendo la realidad.
Quiero decir muy alto que nunca es tarde para cambiar o para buscar la felicidad. Tenemos que superar temores, vergüenzas, el qué dirán, empezar a olvidarnos de las frases como ¡yo ya no puedo cambiar!, o la clásica frase ¡Si fuera más joven...! Todos tenemos mucho potencial dentro que hay que desarrollar porque es nuestra responsabilidad como ser humano y sobre todo, por que son la clave para que podamos ser felices.
Pregúntate con regularidad si eres feliz y detecta las causas que te lo impiden. Confía en ti y en tus posibilidades porque tienes potencial para poder hacerlo. Busca las herramientas y pasa a la acción...
Nunca es tarde para cambiar, nunca es tarde para vivir, nunca es tarde para ser feliz.....
Un abrazo a todas.
Susana.
