RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Y CONFLICTOS
1. ¿Qué es el conflicto?
El conflicto forma parte de la vida de toda persona, grupo o sociedad a través del cual seguimos aprendiendo. Es otro motor de aprendizaje ya que al enfrentarnos a él estamos tomando decisiones que serviran para potenciar nuestras experiencias. Según Jose Antonio Marina, el conflicto es el obstáculo que dificulta nuestro avance y a veces nos paraliza. También es una decisión difícil de tomar. Pero que sea difícil no significa que no se pueda abordar. Son pocas las cosas que no tienen ninguna solución... quizás solamente haya una. Cuando buscamos las soluciones a nuestros conflictos muchas veces recurrimos a las soluciones de tipo blanco/negro. Debemos recordar que este tipo de dilemas son más una construcción mental que una realidad ya que por un lado, las soluciones posibles ante un problema son múltiples y por otro lado, la experiencia desmuestra que las soluciones extremas no suelen ser las mejores.
2. ¿Cómo podemos clasificar los conflictos?
Gana – Pierde: suece cuando una de las partes evita el enfrentamiento por pereza, desidia o miedo. Estas personas suelen evitar el conflicto perdiendo lo que tienen sin enfrentarse al otro independientemente de que tengan sus razones. Por otro lado está la parte que gana. En este caso suelen ser personas que imponen sus opiniones ante personas que se muestran débiles o de algún modo inferior.
Pierde – Pierde: Ambas partes pierden por no haber manejado adecuadamente la situación. Se suelen identificar facilmente porque ambas partes se han quedado con sensación de insatisfación, frustación, soledad, etc. Son connflictos donde predomina el la falta de escucha, el juzgar al otro de manera precipitada, la aparción de prejuicios y lenguaje ofensivo. Es habitual que la persona sienta no solo que ha perdido la batalla sino también algo de la otra persona.
Gana – Gana: Es el enfoque positivo que hay que buscar. Las partes intentan entender los motivos del otro y negacionar las soluciones. Intervienen elementos como la empatía, escucha activa, elimininación de prejuicios. Suele buscar la comunicación de igual a igual (horizontal). Ambas partes pierden y ganan. Suele ser el modo más eficaz para la resolución de conflictos.
3. Procedimientos para la resolución de conflictos y toma de decisiones.
Dependiendo del ámbito, cada persona puede tener conflictos:
consigo misma => conflictos de conciencia.
con otras personas => conflictos interpersonales.
con la sociedad => conflictos sociales.
Aunque son muchas las maneras a las que nos podemos enfrentar a un conflicto, vamos a dividirlo de modo general en los siguientes pasos.
1. ¿Cuál es el problema? 2. ¿Por qué creemos que sucede? 3. ¿Cómo podríamos solucionarlo? (Búsqueda de alternativas). 4. Qué secuencia de acción elegimos entre las soluciones que hemos encontrado. 5. Puesta en práctica. 6. Evaluación. ¿Ha sido una decisión adecuada? Analicemos cada una de ellas: 1. ¿Cúal es el problema? Este es el primer paso y reconocerlo es de vital importancia. Debemos intentar definir el problema de forma clara, breve y concisa. Debemos intentar definir el problema en una frase breve, concreta y con lenguaje sencillo. Por ejemplo: María no estudia, Luís no come... Debemos intentar definir el problema evitando los juicios de valor, es decir solamente describir lo que pasa sin connotaciones personales. Puede suceder que cuando abordemos una situación aparezcan varios problemas a la vez que provocan dicho estado. Es importante tratar cada uno de esos problemas por separado estableciendo prioridades para poco a poco, ir resoviendo la situación inicial problemática. 2. ¿Por qué creemos que sucede? (que sabemos del problema). Es importante preocuparnos en recopilar información de distintas fuentes acerca del problema que queremos tratar. Es muy difícil saber todo sobre las cuestiones que nos preocupan. El hecho de decidir ser padres, por ejemplo, no quiere decir que sepamos tomar todas las decisiones y responsabilidades de nuestros hijos. Por eso, es importante estar atentos tanto de las cosas que nos rodean como a cómo reaccionamos ante diferentes sucesos. Cuanto mejor sepamos relacionar la información que manejamos, mejor podremos definir el porqué ocurre lo que sucede. 3. ¿Cómo podríamos solucionarlo? (Búsqueda de alternativas y objetivos). Una vez que hayamos delitimado el problema y hayamos descubierto sus posibles causas, debemos intentar definir de qué manera podríamos actuar para resolver la situación, es decir, que tiene que ocurrir para resolver el conflicto. Seguramente en este punto aparezcan muchas acciones de intervención generando múltiples alternativas. Debemos intentar evitar la dicotomia blanco/negro que como dijimos anteriormente, no se ajustan a la realidad. No debemos olvidar que generalmente la aparición de problemas es debido a la difernecia de valores que se le atribuyen a las cosas. Por ejemplo, para un padre/madre es muy importante que un hijo se ponga un abrigo si hace frío mientras que para un hijo/a a lo mejor es más importante ir a la moda. Estas diferencias de oponiones serán muchas veces el origen del conflicto, por ello es muy importante escuchar la opinión del otro, ponernos en su lugar y llegar a una solución intermedia. Siguiendo el caso anterior a lo mejor nuestro hijo/a tiene una chaqueta que también está de moda que le abrigue más. El objetivo es generar actitudes positivas y dinámicas que ayuden a generar un elevado número de alternativas aceptables por ambas partes. 4. Qué secuencia de acción elegimos entre las soluciones que hemos encontrado. Debemos encontrar los pro y contras de las acciones que hayamos seleccionado anteriormente. Basándonos en el enfoque Ganar-Ganar del que hablamos anteriormente debemos: - evitar las acciones radicales que jerarquizan las relaciones y se basan en la comunicación vertical (la referencia lleva la razón y los demás deben obedecer sin más motivos que ese). - centrarnos en acciones intermedias ya que son acciones más cercanas a ambas partes donde ambos se sienten parte de la solución ganando y creciendo. Por tanto, deberemos establecer prioridades de acción basándonos en estas premisas. 5. Puesta en práctica. Una vez que hayamos establecido la prioridades de intervención en función de nuestros objetivos a conseguir, se pondrá en práctica en nuestra vida diaria o según establezcan las partes interesadas. 6. Evaluación Deberemos revisar el proceso elegido estableciendo periodos de evaluación y revisión del mismo. Evaluaremos por tanto todos los puntos del diseño procediendo a su modificación en caso de ser necesario. El proceso de evaluación es muy importante para ayudarnos a depurar errores y mejorar la toma decisiones.